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Una final inesperada y con grandes diferencias


Francia y Croacia disputarán la final del Mundial de Rusia 2018. Si bien en la previa la presencia de Les Blues era razonable, la de la selección de los cuadraditos es una verdadera sorpresa. Dos equipos muy distintos, pero también dignos de disputar el partido más importante del mundo del fútbol. 

La gran final del Mundial que se disputará este domingo es Moscú, más precisamente en el Luzhniki Stadium, albergará a dos selecciones que se fueron jerarquizando a medida que avanzó el torneo. Francia y Croacia podrían verse como dos caras de una misma moneda. Por un lado, juventud, historia, el músculo y la velocidad. Por otro, la experiencia, la hazaña, la pausa y el toque.

La selección francesa cuenta en sus filas con una generación dorada de jóvenes futbolistas que militan en los mejores equipos del mundo. La experiencia de Hugo Lloris en el arco, y las presencias de Raphael Varane y Samuel Umtiti (zagueros del Real Madrid y el Barcelona, respectivamente) en la defensa comienzan a armar la columna vertebral. La zona defensiva se completa con dos muy buenas apariciones, como las de los laterales Benjamin Pavard y Lucas Hernández. El lateral derecho se encuentra en las filas del Stuttgart alemán y es seguido muy de cerca por el poderoso Bayern Munich, mientras que el lateral izquierdo es entrenado por el Cholo Simeone en el Atlético de Madrid.


N´golo Kanté es el mediocampista más retrasado y quizá el mejor jugador francés en el torneo. El jugador del Chelsea, campeón con el conjunto londinense y con el Leicester en Inglaterra, espera sumarse al Barcelona en este mercado de pases. Paul Pogba y su gran técnica lo acompañan, además de los relevos de Matuidi. Cualquier equipo del mundo soñaría con un mediocampo tan rico en defensa/ataque.

En la ofensiva, la velocidad y juventud de Kylian Mbappe se llevan todos los focos gracias sus grandes actuaciones frente a Argentina y Bélgica, mientras Antoine Griezmann, uno de los mejores jugadores del mundo, acompaña a Olivier Giroud para conformar un ataque envidiable.

Francia es un equipo compacto, que conjuga su solidez defensiva con un ataque velocista para dar el golpe mediante contragolpes letales. Además, maneja muy bien la pelota parada, un factor clave en este Mundial. Por medio de esas armas pudo sortear la el cuadro más complicado, eliminando a Argentina, Uruguay y Bélgica. Si bien el conjunto de Didier Deschamps no tuvo grandes problemas para llegar a la definición, da la sensación de que aún no vimos el 100% de su potencial.


Por su parte, Croacia es liderado por un exquisito mediocampo, que cuenta con Luka Modric e Iván Rakitic. De ahí nace su paciencia para dominar la pelota y su gran calidad técnica, que marca el estilo de la selección comandada por Zlatko Dalic. Marcelo Brozovic es el volante 'tapón', mientras Dejan Lovren es el líder de la defensa, muy bien acompañado por Demagoj Vida, una grata aparición. El lateral derecho del Atlético Madrid, Sime Vrsaljko, es otra de las grandes apariciones croatas y se convirtió en uno de los mejores del torneo en su puesto.


En la ofensiva, un ataque explosivo. Ivan Perisic se encargó de demostrar por qué el Manchester United estuvo tras sus pasos el pasado mercado. Ante Rebic no quiso ser menos y se hizo conocer ante el mundo del fútbol. Seguramente el extremo del Eintracht Frankfurt sea tentado por grandes potencias al culminar el Mundial, independientemente de cual sea el resultado final. Para terminar, la frutillita del postre: Mario Mandzukic. El delantero de la Juventus es el más sacrificado del equipo. Cuando las circunstancias del partido se lo permiten, puede jugar de nueve clásico. Cuando se lo exige, Super Mario se puede retrasar unos metros y ayudar a su equipo a recuperar la pelota. Ah, también puede jugar por las bandas, tal como lo hace en el club italiano. Un delantero que cualquier equipo de fútbol estaría encantado de tener en su vestuario.

A diferencia de su rival, Croacia llega a la final con siete partidos disputados desde que Rusia 2018 se puso en marcha. Es que, tras superar sin problemas la fase de grupos, en dónde se dio el lujo de golear a Argentina, los croatas sufrieron hasta el hartazgo para poder llegar a la gran final. Los empates ante Dinamarca, Rusia (a ambos eliminó desde el punto de penal) e Inglaterra, obligaron a la selección balcánica a disputar 90 minutos más de los estipulado.


Además del contraste de tácticas, esquemas y estilos futbolísticos, aparecen otras discrepancias. Mientras los líderes de la selección croata pasaron la línea de los 30, y algunos como el arquero Danijel Subasic llegaron a los 33, los integrantes de la línea defensiva francesa no superan los 25 años de edad. Además, muchas de sus figuras están empezando su carrera deportiva, como es el caso de Mbappé y sus 19 años.

Si bien Rusia 2018 dejó bien en claro que la camiseta por sí sola ya no gana partidos, la experiencia puede jugar un rol clave. Francia va a disputar su tercera final de un mundial, todas en los últimos 20 años (tres finales de los últimos seis mundiales). Además, hace sólo dos años cayó en la final de la Eurocopa ante Portugal, en su propia casa. Croacia, simplemente no tiene. Lo más cerca que estuvo de jugar una final fue en 1998, cuando llegó a semifinales y precisamente fue Francia quien lo dejó en el camino.


Para culminar, otra diferencia que puede llegar a ser clave: el banco. Los franceses cuentan con una plantilla excepcional, que al repasar asusta. Tanto así, que un amplio abanico de figuras francesas verán la final desde sus casas, ya que no pudieron ingresar en la lista de 23 convocados. En Croacia, no podemos ver la presencia de grandes figuras, salvo por las apariciones de Mateo Kovacic y Andrej Kramaric. Para colmo, la lista ni siquiera cuenta con 23 jugadores. El suplente de Mandzukic, Nikola Kalinic, fue desafectado luego del primer partido por negarse a ingresar en los minutos finales. Sin dudas, una de las peores decisiones de su vida.

Las horas pasan y entramos en la cuenta regresiva para conocer al nuevo campeón del mundo. ¿Alcanzará Francia su segunda estrella o presenciaremos la consagración de una nueva selección campeona, tal como en el 2010?

Por Alan Valdez. | En Twitter: @AlanValdez87


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